Apártate por un momento de la rutina y piensa cuántas decisiones al día tomas. Ahora profundiza ese pensamiento y plantéate qué ocurriría si existiese a tu disposición un marco de pensamiento que puedas incorporarlo para tomar mejores decisiones. Lleva esa reflexión un paso más y pregúntate qué implicancia tendría para tu organización si incorporas el framework de toma de decisiones que implementa Jeff Bezos en Amazon. ¿Cuáles serían las trabas para su adopción?

Jeff Bezos tiene un sistema de decisiones muy sencillo, práctico, y a la vez, muy potente. Para Bezos, las decisiones pueden ser catalogadas en dos categorías: «puertas de un solo sentido» y «puertas de dos sentidos». Comprender la diferencia entre ambas puertas marca la diferencia entre un buen tomador de decisiones y uno que no lo es. En otras palabras, el mayor problema de los tomadores de decisiones es no comprender la diferencia de decisiones consecuentes y no consecuentes, o lo que sería lo mismo, desconocer la existencia de ambas puertas.

Veamos primero las decisiones de puertas de un solo sentido o “one-way door”. Por esta puerta deben transitar las decisiones consecuentes o importantes, que por lo general no son reversibles. Es decir, son decisiones cuyo impacto es duradero y que pueden marcar el destino de la organización. Una vez tomada este tipo de decisiones ya no hay marcha atrás o al menos es muy costoso o simplemente imposible revertirlo. En palabras de Bezos: «Algunas decisiones son tan consecuentes, tan importantes, y tan difíciles de revertir que realmente son decisiones de una sola vía…Entras por esa puerta; no vuelves”.

La segunda puerta es la de doble sentido o “two-way door”. Aquí conviven todas las decisiones rutinarias que no son relevantes, las catalogadas como no consecuentes y que por lo general pueden ser reversibles. El impacto de la decisión no consecuente es menor, pues una vez tomada uno tiene la opción de deshacerlas con relativa facilidad y a bajo costo, volviendo hacia atrás por la misma puerta.

Una vez comprendida la existencia de las dos puertas y de los dos tipos de decisiones, debemos internalizar que ambas requieren de metodologías distintas para la toma de decisiones. Si una decisión a tomar es clasificada como consecuente, se debe poner todo el peso en el análisis cuidadoso, en la deliberación basada en informaciones, en sopesar todos los posibles ángulos, y en buscar que la decisión a tomar sea compatible con los objetivos de mediano y largo plazo. En palabras de Bezos “esas decisiones deben tomarse de manera muy deliberada, muy cuidadosa.»

En tanto, si la decisión a tomar es catalogada como no consecuente y reversible, ellas pueden y deben tomarse en el acto, rápidamente. Estas son decisiones delegables que se pueden tomar sin tanta información y deliberación, donde no se debe buscar la perfección y debes prepararte para eventualmente corregirla y revertirla. Debido a su naturaleza no conducente y reversible, es recomendable que establezcas un recordatorio para monitorear la decisión tomada y ajustarla en el tiempo.

El problema de las organizaciones, según la visión de Bezos, es que, al no comprender la diferencia entre ambos tipos de decisiones, las organizaciones adoptan una “talla única” en el proceso de toma decisiones. Al desconocer el marco mental de las dos puertas terminan aplicando un sistema único, complejo y pesado para la toma de decisiones.

Al no contar con el framework de las dos puertas y como gran parte de las decisiones a tomar son de índole no consecuentes, aplican a ellas el sistema equivocado de decisión. Los gerentes terminan aplicando el proceso pesado para todas las decisiones; deliberando en exceso, sopesando distintos puntos, recabando exceso de informaciones. En definitiva, terminan ralentizando la organización, generando una cultura indecisa, enfrascada, pesada, lenta.

Además, las empresas que son lentas en tomar decisiones no consecuentes se tornan costosas porque hay menos espacio para la invención, la creatividad, la innovación e inclusive la agresividad. Es decir, la lentitud en las decisiones en el presente oscurece el futuro de la organización.

Veamos ahora otros dos impedimentos, más allá del conocimiento para la adopción del framework de las dos puertas. Uno de los principales obstáculos para incorporar el modelo de las dos puertas, es el capricho del número 1 de abarcarlo todo, de tener el control total, de estar al tanto de los detalles más ínfimos, de tomar todas las decisiones. Así, la organización se torna en un gran embudo que no tarda en configurarse en un cuello de botella de tal magnitud que significa un palo en la rueda, que a la larga, puede conducir a la organización a la cuneta.

Un tercer obstáculo para aplicar el modelo de dos puertas en la toma de decisiones son las trampas mentales o sesgos cognitivos. Estos prejuicios cognitivos son alteraciones del entendimiento en la mente humana que resultan en una distorsión de la percepción o una interpretación ilógica de los hechos. Uno de los principales detonantes de los sesgos mentales es el ego desmedido que atrofia nuestra capacidad de discernimiento, y nos posiciona en un sitial de “sabe lo todo”, de persona infalible, de conocedor de la verdad. Cuando el liderazgo está basado en un ego desmesurado, las decisiones siempre estarán centralizadas y la competitividad podrá verse comprometida.

Bezos también habla del riesgo que implica una cultura cerrada, en el que no está permitido cometer errores y más bien está penado. Donde cunde el miedo, reina la parálisis. Aquí la organización convive en un escenario de empantanamiento.

Incorporar el framework de las dos puertas de Bezos permitirá que nuestras decisiones nos conduzcan a la competitividad. La llave para habilitar estas puertas está en nuestras manos.

José Cantero Sienra

Compartir

Otros Artículos

  • Peter Drucker, gurú del management, advirtió en una ocasión: «Los errores más graves no se cometen por dar respuestas equivocadas. Lo verdaderamente peligroso es formular las preguntas incorrectas». En la implementación estratégica, una de las interrogantes más relevantes a plantearnos [...]

  • Apártate por un momento de la rutina y piensa cuántas decisiones al día tomas. Ahora profundiza ese pensamiento y plantéate qué ocurriría si existiese a tu disposición un marco de pensamiento que puedas incorporarlo para tomar mejores decisiones. Lleva esa [...]

  • ¿Cuál sería tu reacción si un amigo te dice que desea estudiar filosofía? La respuesta que afloraría de forma instantánea sería que se trata de una pérdida de tiempo, que la filosofía está en desuso, prácticamente obsoleta, que el mundo [...]